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23 nov. 2011
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Crean textil a partir de leche

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Textilizate
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23 nov. 2011

Una diseñadora alemana desarrolló un nuevo textil en base a leche, material que deriva en un producto que no contamina el medio ambiente y además evita alergias en la piel de quienes lo vistan.



La invención lleva el nombre de “Qmilch” y puede ser utilizado con la finalidad de hacer drapeados y dobleces con una textura similar a la de la seda, que puede ser lavada y secada como el algodón. Además, el proyecto de Anke Domaske ya recibió el premio a la innovación de la Asociación de Investigación Textil de Alemania, que afirmó que se trata de una nueva fibra sustentable que podría generar grandes cambios en el sector de la indumentaria.

Por el momento, su ideóloga ha empleado el textil únicamente para confeccionar vestidos para su marca –MCC-, pero planea iniciar la producción masiva para 2012. También hay varias empresas que desean contar con la novedosa tela.

En cuanto a su textura, una de las modistas de la empresa de Domaske, Tatjana Berthold aseguró que “al principio no creía que estuviera hecho de leche, pero cuando trabajas con él te das cuenta de que se siente distinto a las telas normales”. Añadió que “cuando lo ves, no puedes notar la diferencia pero te lo pones, se siente”.

En lo que refiere al motivo por el cual la diseñadora comenzó a investigar sobre la posibilidad de desarrollar un textil en base a leche, expresó que su proyecto se inició porque su padrastro sufría de irritaciones graves durante su tratamiento contra el cáncer. “Hay mucha gente que sufre mucho usando ropa normal. Quería encontrar una manera de ayudarlos”, manifestó.


La diseñadora Anke Domaske


Domaske realizó una investigación sobre la proteína de la leche caseína. Aunque existen textiles creados con la fibra de la leche desde la década de 1930, dijo que la mayoría de ellos dependen de muchos acrílicos.

Tras dos años de ensayo y error trabajando en un laboratorio de investigación, Domaske y su equipo lograron un proceso que reduce la leche a polvo proteínico que es hervido y comprimido para formar hilos que pueden tejerse para crear la tela. Los hilos se pueden hacer más gruesos para una textura más pesada o finos y suaves para crear una tela que se dobla y se siente como la seda.

En tanto, la diseñadora aprovecha la leche orgánica que no puede ser consumida porque no cumple con los estrictos estándares alemanes.

En lo que refiere a costos, la tela de leche cuesta 20 euros el kilo, lo que representa un costo del 40% menos que el del algodón orgánico. De todas formas, Domaske espera que la producción local mantenga los costos bajos y reduzca el precio total.

Por su parte, para producir un kilo se necesitan solo dos litros de agua, mientras que para producir un kilo de algodón se requieren más de 10.000 litros del mismo líquido.

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