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Tamara Gonzalez Litman
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20 jun. 2017
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Los desfiles de Milán y la nueva moda masculina

Traducido por
Tamara Gonzalez Litman
Publicado el
20 jun. 2017

La semana de la moda masculina, dedicada a las colecciones de primavera verano 2018 ha finalizado este lunes en Milán y ha cambiado por completo los códigos tradicionales de la vestimenta masculina. La metamorfosis está a la orden del día desde hace algunas estaciones, pero los diseñadores nunca habían ido tan lejos para cambiar los códigos y redefinir la vestimenta como lo han hecho en esta edición.


!Fendi, primavera verano 2018 - © PixelFormula


¿Símbolo de esta revolución? son los cambios en la corbata. Esta prenda desaparece casi por completo del panorama, salvo para acompañar algunos looks formales (de Armani o Versace) o para utilizarse como un accesorio cool y masculino, tal y como hicieron Fendi, Marni y Sulvam

Otro signo revelador ha sido la omnipresencia del rosa. Tonos rosados en diferentes prendas en casi todas las colecciones, comenzando por Ermenegildo Zegna, la insignia masculina por excelencia, que propuso una gama sutilmente degradada con una colección que pareciera estar destinada a estudiantes en lugar de a hombres de negocios. 

El confort en los volúmenes amplios y los materiales ultra ligeros se coronó por encima de todo. El director artístico de Zegna, Alessandro Sartori, propuso incluso abrir las chaquetas en los costados para facilitar el movimiento, una tendencia que también se vio en la colección del coreano Munsoo Kwo, con chalecos sin mangas ni costuras posados sobre los hombros como los ponchos de Ports 1961

Todo se ha descompuesto y recompuesto en esta temporada. Los pantalones se volvieron amplios y fluidos, con esporádicos resortes en los tobillos para darle un aire más deportivo. El blazer se acompaña de shorts, los impermeables se llevan sin mangas y los abrigos son de tejidos finos. 


Prada, ¿clásico o sportswear? - © PixelFormula


El estilo en general ha sido, por lo general, relajado, incluso indiferente. El juego consiste en mezclar sutilmente prendas fáciles y cómodas con otras clásicas. 

En Prada, el típico abrigo en tweed se usa sobre un overall en nylon , mientras que  Marni propone un hombre que mezcla todo lo que tiene a su alcance, por ejemplo, un pantaloneta de rayas con una camisa de flores y un abrigo azul cielo, acompañados de deportivas o sandalias con medias para complementar el look. 

“El traje clásico ya no existe, ha sido desestructurado y transformado en un estilo formal informal. El eclecticisimo está por todas partes, las rayas se mezclan con los estampados florales y cuadrados. Es un poco la filosofía de ‘objetos encontrados’, vestirse sin calcular”, comenta Graziano di Cintio, comprador para el mercado alemán. Una nueva elegancia que identifica a todos los gustos personales. 

“La verdad es que el logo llegó a sus límites. El consumidor busca hoy un producto de calidad más que una imagen, privilegiando a Cucinelli sobre Givenchy” asintió un comprador italiano, que encontró esta semana de la moda, más caótica que de costumbre.

Alessandro Dell'Acqua - PixelFormula


Con un calendario reducido a sólo tres intensos e interminables días, no fue fácil poder seguir a todas las marcas, de ahí que muchos se hayan quejado a la organización. Los numerosos desfiles mixtos para hombre y mujer no convencieron, la mayoría de los diseñadores exhibieron al final colecciones con tonos unisex. 

Esto no evitó que los organizadores hayan pronunciado su satisfacción por una semana de la moda "llena de energía y de novedades con nuevas propuestas". El presidente de la Cámara de la moda italiana (CNMI) Carlo Capasa, se felicitó por el aumento de compradores extranjeros. El balance estuvo coronado por resultados trimestrales positivos para el menswear italiano, cuyas ventas han crecido entre un 4 y un 5% en los 3 primeros meses del año.

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